¿Debo vibrar alto? Hablemos de energía y vibración
- Calamochnus
- 16 ene 2023
- 7 Min. de lectura
Actualizado: 24 nov 2023
Esto es algo que escuchamos todo el tiempo, especialmente si estamos dentro de comunidades que se hacen llamar espirituales:
"Tienes que vibrar alto", "deja de vibrar bajo", "qué feas vibras!"
Aunque... ¿es correcto? ¿tenemos que vibrar alto? ¿qué tiene de malo vibrar bajo? Hoy vamos a hablar de esto, así que quédate para averiguarlo.
La vibración

Antes de hablar de todo lo anterior, tenemos que comprender el concepto de vibración, porque parece que mucha gente se ha olvidado de esta palabra y la utiliza como si fuera un concepto completamente relacionado con la percepción personal, cuando no es así.
La vibración es una propiedad inherente a la materia física. Cualquier cosa que tenga átomos, vibra. Y por lo tanto, genera ondas, que se miden usualmente en Hz y pueden traducirse en color, sonido y movimiento.
Y es importante entender que esto sucede en incluso las cosas que consideramos que no tiene ninguna de estas tres cualidades. Por ejemplo, el cristal. Puede que no tenga un color específico, se mueva o emita sonidos.

Pero ¿en realidad no los tiene?
El cristal, solo por estar formado por átomos tiene las tres cualidades, aunque no sean perceptibles por los sentidos humanos. Incluso si no lo percibimos, los átomos del material siguen vibrando.
Y hay que recordar que la materia está en constante interacción con el resto de materia que la rodea. La vibración del cristal va a cambiar si algo es alterado alrededor (movimiento en objetos cercanos, sonido, la cantidad de luz...).
Lo mismo pasa con los seres vivos. Todo lo que está a nuestro al rededor nos afecta por medio de los sentidos: Tacto, vista, olfato, oído y gusto. Hay música que nos resulta agradable, así como hay música que no, también hay lugares en los que nos gusta estar y lugares en los que no.

Vemos imágenes porque nuestro cerebro procesa las ondas que generan los objetos al rebotar la luz. Oímos cosas porque nuestro oído detecta ondas alrededor. Olemos cosas debido a que las células de nuestra nariz interactúan con moléculas en el aire. Saboreamos lo que ingresa a nuestra boca cuando nuestras papilas gustativas entran en contacto con las moléculas de los alimentos. Sentimos cosas porque los nervios de nuestro cuerpo detectan cambios en el ambiente.
Y al procesarlo nuestro cerebro lo clasifica y responde a ello. Lo que sea que sintamos, nuestro cerebro va a primero identificar si es agradable, desagradable, doloroso, placentero, entre muchas otras cosas. Y dependiendo de ello va a iniciar una respuesta.
Cuando tocamos algo caliente, la respuesta natural es soltarlo o alejarse. Así como nos acercamos al recibir una caricia.
Sucede en menos de un segundo y es función del sistema nervioso autónomo, por lo que no nos paramos a pensarlo, nuestro cerebro responde antes de que nuestra mente consciente lo procese.

Y por lo tanto, lo que nos rodea nos afecta sin que nosotros nos demos cuenta de ello si no nos paramos a pensarlo.
Es algo que pasa todo el tiempo y que nunca para, ni siquiera cuando dormimos, así que sería imposible vivir analizando cada interacción y pensando en la respuesta adecuada. Nuesto cerebro nos ahorra esa tediosa tarea.
Solemos pensar en ello solo cuando ha sido algo que genere una respuesta intensa. Como al golpearnos o disfrutar mucho de algo. Pero si es algo banal, como el roce de la ropa, la caricia del viento, el sonido de nuestra respiración... no lo vamos a percibir, a menos que lo intentemos.

Es por esta razón que meditar resulta difícil al inicio. Porque enfocar tu atención en ti, o en tu alrededor es algo que no hacemos tan a menudo de manera consciente (aunque deberíamos).
Pero siguiendo con las vibraciones, estas son algo que no podemos clasificar sin entrenar la habilidad.
Puedes ver algo y saber que es rojo, pero eso no quiere decir que veas la longitud de onda y puedas saber qué tipo de vibración tiene.
Algunas personas tienen esta habilidad algo desarrollada, como los músicos, que pueden saber qué nota y en qué escala la están escuchando en cuestión de segundos.
Aunque en general, es algo que no podemos desarrollar del todo, porque aunque percibamos muchas vibraciones, hay otras que tienen una longitud de onda tan larga, o tan corta, que no las percibimos. Un ejemplo de esto son los rayos ultravioleta o infrarrojos, o el ultrasonido.
Así que la mayoría de las veces necesitamos ayuda de aparatos para poder saber la frecuencia vibracional de algo.
Hablando sobre las vibraciones que percibimos de personas y situaciones, estas son tan ligeras, que ni siquiera llegan a nuestro cuerpo físico la mayoría de las veces. Casi siempre van a ser nuestros cuerpos energéticos los que las capten y se adapten a ellas para montar una respuesta.
Y esto quiere decir que no podemos sentirlas de manera consciente a menos que entrenemos nuestra conexión con las energías y nuestros cuerpos energéticos. La intuición y las sensaciones ayudan en ello, pero no lo son todo.
Muchas veces nuestro cuerpo va a clasificar las cosas con base a experiencias vividas. Por lo que cuando alguien no nos agrada, no quiere decir que la persona tiene vibras bajas o vibras malas. Puede ser una respuesta a un trauma que tenemos y debemos superar.
Por ejemplo: Alguien puede no agradarnos porque habla demasiado. Pero esto puede deberse a que nos enseñaron que estaba mal expresarnos. No quiere decir que la persona esté vibrando bajo o tenga malas vibras.
Vibración alta y baja
La expresión vibrar alto hace referencia a una mayor cantidad de Hz y una menor longitud de onda (en realidad es erróneo decir vibración alta y baja, lo que sí existe es frecuencia alta y baja). Mientras que vibrar bajo hace referencia a una menor cantidad de Hz y una mayor longitud de onda.
Aquí es en donde viene la confusión (porque en realidad no tiene sentido).

Hay gente que dice que el negro es el color que vibra más bajo, por lo que se debe usar siempre blanco. Pero si analizamos esto, el negro y el blanco ni siquiera son colores. El negro es la ausencia de color, ya que los absorbe y el blanco es la unión de todos, porque no tiene ningún color, rebota la luz y es eso lo que percibimos. Entonces, el negro no tiene frecuencia.
En la escala de frecuencias, el violeta es el color con mayor vibración y el rojo el de menor.
¿Y no es el rojo el color más popular para la protección? De hecho, ¿no es el negro también? ¿no me acabas de decir que esas son las vibraciones más bajas?
En realidad el negro absorbe y destruye toda energía, así como el rojo las neutraliza. Por lo que son excelentes protectores y aliados en el día a día y durante actividades mágicas. No hay una sola razón en absoluto por la que deberían evitarse solo por ser de baja vibración (aunque tal vez usar algo distinto al negro en días muy calurosos).
Asímismo, el blanco NO es un color de pureza y "bien". El blanco rebota y potencia toda intención, incluidas las que quieren dañarnos o consideramos "malas".

Este ejemplo es solo una de muchas pruebas de que la vibración de un objeto no tiene relación alguna con lo positivo, lo negativo, lo bueno o lo malo que pueda causar o atraer.
Ninguna vibración y ningún color son correspondientes a lo malo, a lo dañino, lo negativo, etc. Esto solo es un prejuicio que nuestra mente les ha asignado y cuyo origen es bastante racista.
Un ejemplo de una vibración alta que puede hacer mucho daño, es la vibración de la luz ultravioleta. Creo que no tengo que profundizar en el daño que pueden causar los baños de sol o los bronceados.
Aunque eso tampoco quiere decir que la vibración alta es mala, dañina o negativa. Ambos tipos de vibraciones son neutras en intención, es la mente la que les da una la mayoría de las veces, no la vibración. Y todo en exceso es dañino, entonces rodearse en exceso de vibración alta también puede dañarte tanto como rodearte en exceso de vibración alta (y uso el concepto vibración alta y baja solo como forma de facilitar el entendimiento, porque como mencioné, son conceptos erróneos).
Bueno y malo son solo conceptos humanos, no naturales. Es algo que varía de persona en persona y que no existiría si no lo hubiéramos inventado (puedes darte una vuelta por mi entrada sobre la dualidad para ver más de esto).
Si aplicamos esto al concepto de entidades, también es así. No solo los ángeles tienen altas vibraciones y no solo los demonios tienen bajas vibraciones. Y nunca me cansaré de decir y repetir que ni los demonios son "malos", ni los ángeles son "buenos".
En muchas ocasiones los demonios están más dispuestos a ayudarte que los ángeles. Y muchos de ellos se especializan en lo que es crecimiento mental y espiritual, así como la protección, la limpieza y sanación.
Por no hablar de que los ángeles no dudan en destruir o dañar a personas por motivos cuestionables de vez en cuando (me ha tocado ver a ángeles atacar gente solo por intentar contactarlos).
¿Entonces, debo vibrar alto o no?

Hablando más en lo que respecta a emociones, estas también tienen una vibración y algunas son más bajas que otras en frecuencia. Aunque hay que recordar de nuevo que ninguna emoción es mala, cada una tiene su función y podrá sentirse o expresarse en ocasiones de manera no deseada, pero está ahí por una razón y se le debe dar su lugar a cada una de ellas.
El enojo está ahí para evitar que vivamos injusticias, así como la tristeza se hace presente para dejar ir de manera sana, el miedo nos ayuda a sobrevivir y la culpa nos hace que no repitamos nuestros errores.
Así podría irme con cada emoción que consideramos "negativa". Y es necesario mencionar también que si solo tuviéramos emociones "positivas", la vida sería horrible, ya que no podríamos apreciar los buenos momentos, no mejoraríamos jamás, no sabríamos lo que es el perdón y en realidad seríamos bastante conformistas.
Tenemos que sentir todas las emociones, darles lugar y simplemente aprender a convivir con ellas y expresarlas de manera sana. Por ello también hacemos trabajo de sombras.
No somos robots y las emociones que no nos gustan no van a desaparecer solo con desearlo, se van a acumular si las ignoramos y van a explotar en algún momento. Lo que sí sería perjudicial.
No existen personas que no tengan estas emociones, solo hay personas que las esconden. Y cualquiera que haga esto de manera consciente y no lo esté trabajando, no puede llamarse a sí mism@ espiritual. Es parte de lo que mencionamos en la entrada sobre cómo reconocer a brujas confiables.
No hay que ver los bajones como algo negativo, o algo que debemos esperar a que termine. Hay que verlo como lo que es, otra emoción con la que tenemos que convivir y que debemos expresar de alguna manera.
Así que no. No tienes que vestirte de blanco, rodearte de ángeles y sentir únicamente felicidad y paz, solo para encajar en el prejuicio de "vibrar alto" y ser espiritual.
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