El trabajo de sombras: todo lo que necesitas saber

La sombra es algo súper complejo y que debemos trabajar para poder tener mayor control sobre nuestra mente y energía. Y es necesario para realizar magia que funcione, así que toda bruja debe trabajar su sombra.

En mi entrada sobre la dualidad hablo un poco sobre esto, y en la de ¿cómo reconocer a una bruja confiable? hablo de cómo reconocer a una persona que ha trabajado su sombra y puede brindarnos un buen acompañamiento. Pero aqui nos vamos a centrar en la sombra personal y en cómo realizar el famoso y temido trabajo de sombras.

La sombra

Antes de trabajarla debemos entender qué es.

La sombra hace referencia a aquella parte de nosotros que se encuentra oculta y que solo podemos percibir de manera superficial e inexacta (como en el mito de la caverna, de Platón).

Esto para nada significa que es algo malo. Muchas veces nos hace hacer cosas que podemos considerar como tal, pero nunca lo es, generalmente solo son heridas que debemos sanar, prejuicios que nos impusieron, mentiras que nos decimos, partes de nosotr@s que no nos gustan, etc.

Un ejemplo que me encanta usar es la sexualidad. Y no es coincidencia, es algo que suele estar más en nuestra sombra que en nuestra luz.

La sociedad es un espacio donde la mayoría de personas no aceptan la vida sexual activa, orientaciones sexuales distintas a la heterosexualidad, e identidades de género diferentes a la que asociamos con los genitales con los que nacimos.

Así que nuestra identidad, orientación y deseos suelen estar ocultos en nuestra sombra.

Habrá gente que sepa que está ahí y lo acepte, pero no lo exprese. Así tal vez hay gente que sepa que está ahí, pero ni lo acepte, ni lo exprese. Habrá gente que ni siquiera sabe que está ahí...

En todos esos casos, sigue siendo parte de la sombra. Hasta que no se reconoce, acepta, incorpora y expresa, está en la sombra. Pero los pasos siempre van a ser en ese orden, porque no puedes aceptar algo que no reconoces, o incorporar algo que no aceptas.

Trabajo de sombras

El trabajo de sombras no es algo que surge inicialmente con la magia, la brujería o espiritualidad, sino con la psicología.

Y básicamente incluye todo el proceso para aceptar que tenemos una sombra, reconocer qué cosas forman parte de ella, aceptarla como parte nuestra, incorporarla con el resto de nuestra personalidad y expresarla de manera adecuada.

De hecho la terapia psicológica es una forma de hacer trabajo de sombras. Y ahora que ya sabemos qué es, vamos a ver cómo hacerlo.

Sanación

El propósito es la sanación emocional. Y debemos recordar que todos los planos se afectan entre ellos. Lo que cambia en el plano físico, afecta el emocional y energético, así como lo que pasa en el plano emocional afecta al físico y al energético, y el plano energético afecta al físico y emocional.

Al iniciar un proceso de sanación siempre es beneficioso realizarlo también en otros planos para facilitar el camino.

Por ejemplo, cuando empezamos tratamiento para algún padecimiento físico, nos viene muy bien complementar con tratamiento energético y emocional. Y siempre que realicemos tratamiento energético, nos van a recomendar hacer también tratamiento físico y emocional.

No es una coincidencia, todo está relacionado y los profesionales de la salud lo sabemos.

Así que si vas a comenzar a sanar tu sombra, te vendría bien el ayudar a tu cuerpo físico con tratamiento si es que lo necesitas, una dieta balanceada, buena higiene y la cantidad de ejercicio necesaria. Y a tu cuerpo energético con meditación, conexión espiritual y terapias holísticas si lo deseas (como la terapia de barras, reiki, acupuntura, aromaterapia, etc).

¿Cómo reconozco a mi sombra?

Todos los pasos tienen su complejidad. Y quizás el expresarla y aceptarla sean más difíciles a nivel emocional, pero reconocerla es complejo porque no sabes qué estás buscando, solo sabes que buscas algo.

Y la forma más sencilla de hacerlo va a ser que alguien más nos lo haga saber, así que aprender a escuchar es el primer paso para reconocer nuestra sombra.

No es casualidad que sea la gente a nuestro alrededor la que nos señala defectos que ni siquiera conocíamos.

Aunque mucha gente solo ve lo superficial, así que es tu trabajo ir más a profundidad. Puede que tu vecina te haga saber que siempre vas con la cara larga, o que algún compañero te mencione que respondes mal cuando te piden algo, o que tu pareja diga que no sabes expresar lo que quieres, pero es tu trabajo averiguar porqué y sanarlo.

Otra forma es ir a terapia. Porque cuando hablamos libremente, es muy útil que haya alguien escuchando y mencionando puntos que a lo mejor son importantes, pero son tan normales que nosotr@s ni siquiera los pensamos.

Y la ventaja de la terapia es que la persona que los señale, también te puede enseñar a incorporar esa parte de tu sombra, sanar esa parte de tu interior y expresarla de mejor manera.

¿Cómo la acepto?

Esta parte es difícil a nivel emocional. Y al inicio va a ser por orgullo, pero después por dolor.

La sombra la vamos a ir descubriendo poco a poco, así que al inicio vamos a ver lo superficial y lo que pareciera ser feo. Lo que no vamos a querer aceptar. Tal vez sea: "siempre respondo con ira", "no sé decir lo que siento", "soy infiel", "nunca cumplo con mis responsabilidades", "no tengo voluntad, solo sé seguir órdenes", "soy misógino", y un largo etcétera.

Pero debajo de eso hay quizás algo como: "me da miedo que la gente sepa cómo me siento porque mis emociones eran rechazadas cuando era niñ@", "me aterra hablar sobre mí, porque no tenía nadie que me escuchara antes", "arruino mis relaciones porque le tengo miedo al compromiso debido a que nunca tuve una persona constante en mi vida", "necesito que alguien me diga qué hacer, porque nunca me enseñaron que estaba bien hacer lo que quiero o necesito", "trato mal a las mujeres porque fue lo que se me enseñó que estaba bien y era castigado si pensaba algo diferente", y otro largo etcétera.

Creo que es más fácil aceptar la visión completa, pero es mucho más doloroso aceptar que estamos mal en algo cuando además va cargado de heridas que llevan años ahí y que requieren vulnerabilidad.

Es un proceso largo y no es un momento de revelación en el que de repente aceptas tu condición, es algo que va a llevar tiempo y esfuerzo constante, pero para el que no hay una receta de pasos mágicos.

Y es importante que entiendas también que tus heridas no son una justificación para tu comportamiento. El propósito es encontrar el origen para poder sanarlo y cambiar esos pensamientos y actitudes.

¿Cómo lo incorporo?

Una vez aceptada la sombra, es necesario hacerla parte de ti. Y primero tienes que aprender el cómo se relaciona con otras partes de tu personalidad.

Esto es parte del proceso de cambiar los comportamientos tóxicos que tu sombra te hacía tener.

Porque quizás te diste cuenta de que estaba ahí por un comportamiento en específico, pero te vas a dar cuenta de que en realidad te afectaba en prácticamente todas las áreas de tu vida de una u otra manera.

Así que aquí vas a analizar qué otros pensamientos o comportamientos esta sombra te hacía manifestar.

Es aprender cómo tu sombra se relaciona con todo lo que haces y piensas, para empezar a trabajar en ello.

¿Cómo la expreso?

Expresarla la va a convertir en parte de tu luz, y va a permitir que sea una parte de tu personalidad que ya no está oculta y que se relaciona con el resto de tu persona.

Es difícil al inicio porque implica tener la voluntad de cambiar y la fortaleza para soportar lo que la gente a tu alrededor pueda pensar o decir de tu verdadero yo.

Te vas a dar cuenta de que mucha gente que considerabas amig@s, familia o alguien con quien contar, en realidad no lo era. Pero también te hará reconocer a quién te quiere por quien realmente eres, quién quiere lo mejor para ti y quién sí está feliz de verte crecer y mejorar.

Además, al ser tú mism@ vas a darte cuenta de que lo que haces te da mayor satisfacción, vas a alcanzar las metas que deseas y vas a formar relaciones con una mayor conexión.

En el ámbito energético, te va a permitir tener un mejor control y así podrás hacer magia que funcione (lo hablamos en la entrada de ¿cómo me convierto en bruja?).

El trabajo de sombras es complicado y a veces puede dar miedo, pero vale la pena al 100%.

¿Ya habías escuchado de él? ¿lo realizas? Cuéntame en los comentarios.