Los registros akáshicos: todo lo que necesitas saber

Este término se ha popularizado mucho últimamente, así que tenemos que hablar de ello. ¿Qué son? ¿Cómo funcionan? ¿De dónde vienen?... Quédate para averiguarlo.

¿Qué son?

El akasha es el quinto elemento, aquello que está formado por los otros cuatro elementos y que conocemos también como energía, espíritu, alma, vibración, etc.

Los registros akáshicos, son aquél espacio en el que se encuentra todo lo que ha pasado, todo lo que está pasando y todo lo que pasará. Pero no solo contiene información de sucesos, también de lugares, personas, seres, objetos y procesos mentales y emocionales.

Las personas lo describen como una biblioteca repleta de libros que contienen la información de todo lo que hay, hubo y habrá en el universo.

Pero una vez escuché esta metáfora, y creo que es mucho más adecuada y comprensible que una biblioteca con registros del universo. Dice que los registros akáshicos son como el código informático de un videojuego.

Esto quiere decir que aunque poseen el registro de todo, también lo son todo. No hay un punto en específico donde se entre a una biblioteca, sino que cada cosa y ser que existe tiene una impronta de ese código, y es parte de los registros, no independiente de ellos.

Y tiene por lo tanto, la capacidad de alterarlos con sus acciones y pensamientos.

Esto quiere decir que los registros akáshicos son dinámicos, cambiables y modificables, no un conjunto de libros acumulando polvo que sirve solo como referencia.

Si hubiera que compararlo con otra cosa, yo mencionaría al ADN. El ADN es un conjunto de nucleótidos dentro de las células de todo ser vivo, que permiten que la célula pueda formar ciertas proteínas y por lo tanto, diferenciarse y llevar a cabo sus funciones.

Un organismo tiene el ADN repetido, exactamente igual en cada una de sus células, sin embargo, cada célula es distinta y lleva a cabo diferentes cosas. El de una célula muscular es igual al de una neurona del mismo individuo, sin embargo, no codifican los mismos fragmentos de ese ADN y eso es lo que las hace diferentes.

Por así decirlo, podríamos decir que el universo es el individuo, y cada ser tiene esa biblioteca dentro de sí mism@, pero no se ve influenciad@ por los mismos fragmentos de ADN, por los mismos libros de la biblioteca, o líneas de código del videojuego.

Lo que hace que podamos acceder a la misma información todas las personas, desde cualquier lugar del mundo y en cualquier momento.

Pero así como las líneas de código y el ADN son modificables hasta cierto punto, esa biblioteca también lo es. Tiene un camino ya predeterminado, en base a lo que ha sucedido en el pasado y la información que contiene, pero eso no quiere decir que no es modificable.

En un videojuego, por ejemplo, al realizar alguna decisión, eliges qué línea de código seguir en vez de otra.

En el ADN constantemente se decide transcribir unos fragmentos en vez de otros, dependiendo de las necesidades de la célula y el organismo, aunque no lo veamos a simple vista.

Pero lo que tienen en común estos dos sucesos es que nunca se salen del límite de lo posible. La célula no va a transcribir ADN que no tiene y el personaje del videojuego no va a escoger algo que no se le ha dado como opción.

Asímismo, no podemos alterar los registros fuera del límite de lo posible. Lo alteramos diariamente con nuestras decisiones y podemos meternos a modificarlos, pero eso va a funcionar solo si la modificación es posible. Por ejemplo, no puedes modificarlos y decir que mañana te vas a ganar la lotería, si no tienes un boleto de lotería.

Es como una carretera, puedes desviarte a los caminos con los que se relaciona el que transitas, pero no a uno que jamás se cruza con el tuyo.

De esta forma, tiene una función adivinatoria y terapéutica si es que vas a entrar a leer los libros. Y una función de manifestación si es que vas a ir a modificar los libros.

¿Qué se lee en los registros?

Cuando se utiliza como un método de adivinación y consulta, hablamos de una lectura de registros akáshicos.

Y estas pueden ser tan variadas como una lectura de tarot. Puedes ir para investigar sobre tu pareja, sobre tu trabajo, tus amistades, un familiar lejano, para ver el futuro de tu proyecto, ver tus vidas pasadas, recibir mensajes de entidades, o solo una lectura general.

Muchas veces, estas van a ser como meditaciones guiadas, donde alguien te guiará para que tú entres a los registros. Aunque, también pueden ser como una lectura de tarot, donde tú preguntas y la otra persona te responde. Ambas son válidas y útiles.

Historia

Aunque es un término moderno, el acto de entrar a los registros es muy antigüo, algo que han hecho sacerdotes, brujas y chamanes desde hace siglos, casi con el inicio de la humanidad.

Con la definición que tenemos ya de registros akáshicos, se puede también decir que cualquier método de adivinación hace uso de ellos, porque leen esa información registrada en la energía y todo ser.

Sin embargo, se usa el nombre de registros akáshicos de manera popular, únicamente si la adivinación se va a realizar entrando a leer esos libros en la biblioteca.

De esta misma forma podemos decir que todo tipo de manifestación se hace modificando los registros, pero solo se le va a llamar así de manera popular si el proceso es entrando a la biblioteca a reescribir los libros, o añadirles información.

Entonces, los registros son tan antiguos como el universo mismo, porque son el universo. Y su lectura y modificación son tan antiguos como cualquier práctica de manifestación y adivinación.

Y hay muchas creencias en diversas culturas, sobre libros que contienen la información de todo en el universo.

En la Biblia, por ejemplo, se le conoce como el libro de la vida. Y las lecturas de registros akáshicos han obtenido el nombre de lectura del alma en algunos lugares.

Es hasta los años 1800 que se escucha el término registros akáshicos, con Helena P. Blavatsky (habiendo ya menciones anteriores sobre entrar en el akasha, principalmente por parte de los monjes tibetanos).

¿Qué se necesita para acceder?

En algunas culturas se cree que solo ciertas personas pueden acceder a los registros. En la antiguedad era común escuchar que solo podían hacerlo los sacerdotes, sacerdotisas o monjes.

Pero en el presente es más común escuchar que cualquiera puede hacerlo, con la preparación adecuada.

Esta preparación depende de dónde estén recibiendo la información, porque hay un grupo de personas que cree que necesitas iniciación de alguien iniciad, más una práctica ritualística muy específica de 33 días seguidos, además de una clasificación por niveles.

Mientras que hay otro grupo que considera que solo necesitas saber las bases teóricas y tener conocimientos básicos de limpieza, protección y meditación.

Esto es como el reiki, se ha monetizado y hecho exclusivo solo para las personas que pagan por tomar un curso y llevar una iniciación. Pero a un nivel mucho menor, porque los cursos de reiki llevan más tiempo existiendo, que los de registros akáshicos.

De momento la opinión popular sigue diciendo que la iniciación no es necesaria. Y muchas otras personas, y yo, podemos afirmar que se puede acceder a ellos sin tenerla, siempre y cuando sepas cómo hacerlo (no es como que los monjes y sacerdotes/isas del pasado hubieran tenido esa iniciación).

Si te interesa tomar un curso para aprender a leer los registros akáshicos, puedes mandarme un mensajito por Instagram.

¿Ya habías escuchado de ellos? ¿Qué opinas tú? Cuéntame en los comentarios.