La luna y sus fases

Este es un astro con el que trabajan las brujas lunares, cósmicas, astrológicas, planetarias, o que trabajan con deidades lunares (si no recuerdas los tipos de brujas o no has revisado la entrada, puedes verlo aquí). Pero independientemente de la magia que practicamos, o sin practicar magia, todas las personas tenemos una conexión con ella.

Como sabemos, la luna es un astro sin luz propia que realiza una órbita al rededor de la tierra cada poco más de 28 días; y que viaja al rededor del sol, junto con la tierra, por la vía láctea.

Desde el inicio de la humanidad se le ha adorado a ella y las deidades y criaturas que la representan en distintas culturas y religiones. Por ejemplo: Hékate, Ixchel, Artemisa, Selene, Diana, Tsukuyomi, entre muchas otras. Y los animales asociados a ella son principalmente el búho, la paloma, el unicornio y la serpiente, dependiendo de su fase lunar.

¿Cómo nos afecta?

Este astro, por su cercanía a la tierra, tiene influencias de gravedad en esta. Y podemos

observarlo en la manera en que controla las mareas de los océanos.

Y ya que nuestro cuerpo es alrededor de 65% agua, se cree que tiene también influencia sobre nosotr@s. De hecho se han realizado varias investigaciones que demuestran que nuestro estado de ánimo y nuestros hábitos cambian con la influencia de la luna.

Es por eso que en la astrología se le considera un astro muy importante.

En la astrología

En esta área se le categoriza como un planeta. No porque los astrólog@s crean que es un planeta, sino porque así podemos ahorrarnos tiempo y complicaciones al describir y escribir una carta natal.

En este arte antiguo contamos con los planetas personales, que tiene mayor influencia en nosotr@s como individuo. Que son el sol, la luna, venus, marte, júpiter y saturno.

Y todas las personas contamos con una triada astrológica, que representa los aspectos más importantes de nuestra persona y son el sol, la luna y el ascendente. Todo esto nos indica básicamente que la luna es uno de los astros con mayor influencia en nuestra vida.

Representa nuestro lado femenino, nuestras emociones, la forma en que las expresamos y sentimos, nuestros pensamientos y a veces incluso hasta nuestra forma de actuar dependiendo de cómo nos sentimos.

Claro que su influencia depende de la casa, fase y el signo zodiacal en el que se encuentre en nuestra carta, pero no cabe duda alguna de que regula una parte muy importante de nuestro ser.

Las fases lunares

Así como podemos conocernos mejor a través de su posición en nuestra carta, también cambian las energías del presente conforme se mueve por los signos y cambia de fase.

Estos cambios pueden dificultar las situaciones en ciertas áreas y favorecerlas en otras, por lo que es muy útil a la hora de tomar decisiones y planificar nuestras actividades del mes.

La luz que va a reflejar proviene de la que refleja del sol y como gira al rededor de la tierra, los ángulos y la luz que proyecta van a cambiar con el tiempo.

Podemos dividir sus fases en cuatro, en ocho o en muchas más si queremos complicarnos la existencia.

Aquí hablarémos de cuatro, pero para comprenderlas tenemos que entender primero que las fases lunares son un ciclo, no un proceso lineal. Esto quiere decir que las fases se van a repetir en un patrón, que nunca para y que una fase lleva a la otra.

Como el ciclo menstrual, que también tiene una duración de 28 días y que de hecho tiene mucha relación con la luna.

O como las estaciones. La primavera tiene una transición lenta al verano, y el verano una transición gradual al otoño. Y así hasta que volvemos a la primavera por medio del cambio del invierno.

No podemos verlo como un proceso lineal, porque sino, no lo entenderemos nunca. No te vas a dormir un día en invierno y al siguiente día es primavera y ya crecieron los árboles y dejaron de hibernar los animales.

Es un proceso gradual, no termina uno e inicia el otro de inmediato. Requiere tiempo y paciencia. Y si no le prestamos atención, ni siquiera lo percibirémos.

Como pequeño secreto te contaré que esta es la razón por la que muchas veces no entendemos el ciclo menstrual.

Pero eso lo aprenderás con la práctica y conexión, voy a hablarte ahora de las fases.

Luna nueva

Cuando la luna no refleja luz, no es visible.

Representa el final y el comienzo del ciclo.

No hay luz presente en su superficie, es una fase que representa muerte para llevarnos a un renacimiento. Donde eliminamos para poder volver a crear.

Es un momento de curación. En el que es bueno deshacernos de todo aquello que no nos nutre más o que ya no nos es útil; ya sea por medio de limpias, destierros o actividades más mundanas como limpiar la casa, desintoxicar el cuerpo, alejarse de personas que ya no conectan contigo, dejar tu trabajo, etcétera.

Luna creciente

Cuando la luna refleja luz de un solo lado.

Representa crecimiento.

Así como la luz va a aumentar poco a poco, hasta llenar la mitad y posteriormente toda la luna, nuestras manifestaciones también lo harán.

Es un momento para empezar nuevos proyectos, desarrollar hábitos distintos, empezar a luchar por nuestras metas... pero todo con acciones pequeñas y constantes, que darán frutos con el tiempo.

Luna llena

Cuando la luna está reflejando luz en toda su superficie.

Representa manifestación.

Esta fase no va creciendo, ni decreciendo. Es un momento de luz completa que dura poco tiempo, pero es intenso.

Es momento para manifestaciones rápidas y poderosas. Para cambiar cosas de raíz o dar un impulso extra a lo que ya empezamos en la luna creciente

Luna menguante

Cuando la luna empieza a oscurecerse poco a poco.

Representa recogimiento.

Esta fase va disminuyendo en luz y podemos manifestar disminución o alejamiento de algo.

Es momento para alejarse del mundo físico y la productividad, para centrarse en el interior, para escuchar y trabajar nuestra sombra, para hacer rituales como alejamientos, congelamientos, destierros y limpias. Es momento de preparación para el fin del ciclo y el inicio del que sigue.

La luz va a representar un aspecto más físico. Y la oscuridad conexión con lo no tangible. Por lo tanto, las fases con más luz van a hacer que las personas se muestren más extrovertidas, con ganas de salir, hablar, celebrar, trabajar, crear... Mientras que las fases con más oscuridad van a mostrar personas más introvertidas, con ganas de quedarse en casa, pasar tiempo en soledad y conectando con su espiritualidad y sentido de vida.

En las fases extremas (luna llena y nueva) solemos estar más sensibles, por lo que no serán raras las discusiones. Pero la forma en que nos expresamos también va a cambiar con las fases. Es más probable que en luna llena tengas una explosión de emociones y termines gritando o golpeando a alguien, así como es más probable que en luna nueva termines llorando y alejándote de la gente que te molestó.

Así que las fases no solo son buenas para planear actividades mágicas y rituales. Las puedes usar para agendar reuniones, fechas importantes, para empezar proyectos e incluso organizarte en tu trabajo.

¿Habías notado la influencia de la luna antes? ¿Tú te dejas guíar por sus fases? Cuéntame en los comentarios.

Calendario con fases lunares

En esta otra entrada te dejo las fases lunares en su signo y los cambios astrológicos que tendremos en el 2023.

Y si eres una bruja a la que le gusta organizarse, o si te gustaría empezar a hacerlo, te recomiendo adquirir el calendario de bruja que tengo para ustedes. Incluye los cambios de la luna y los signos en los que estará, los cambios astrológicos, las festividades de la rueda del año, de algunos elementos e incluye también una hoja para que puedas organizar tu mes y toda la información teórica que necesitas para entenderlo.

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